La miel es uno de los ingredientes naturales más preciados en el mundo de la cosmética. Su riqueza vitamínica y la enzimas naturales que contiene, le otorgan un poder especial para cuidar y embellecer la piel. Si incorporamos la miel a nuestra rutina de belleza, comprobaremos cómo nuestra piel se renueva y empieza a estar más hidratada y nutrida
La miel es un ingrediente que ofrece una importante acción limpiadora y, es que, gracias a las encimas naturales que contiene es ideal para limpiar la piel en profundidad y eliminar toxinas. Este es uno de los beneficios de la miel que las empresas especializadas en cosméticos han sabido aprovechar bien, pues muchos de sus jabones, geles y desmaquillantes la incorporan como principal ingrediente.
Como exfoliante natural, la miel también es un ingrediente muy eficaz y beneficioso para la piel. Su contenido rico en azúcares con sustancias como la fructosa, la glucosa y los ácidos alfa-hidróxidos, permite una magnífica exfoliación que deja la piel revitalizada y muy suave. Además, actúa como regenerante de las células muertas y no es nada agresiva, pues a la vez que exfolia, hidrata la piel.
Otro de los múltiples beneficios de la miel para la piel es la extrema hidratación que nos proporciona. Contiene muchos de los minerales y vitaminas indispensables para mantener la piel humectada durante todo el día, logrando que, a largo plazo, luzca más flexible y conserve su elasticidad natural.
Para casos de acné o manchas en la piel la miel, al contine peróxido de hidrógeno y otras sustancias, muy efectivas en el tratamiento de pieles acneicas, favoreciendo la reducción de impurezas y evitando el aumento de bacterias. Por otro lado, también es excelente para prevenir la aparición de manchas en la piel.
El envejecimiento de la piel es inevitable pero sí hay hábitos y fórmulas que ayudan a retrasarlo. Y entre los ingredientes naturales para luchar contra los signos del paso del tiempo en la piel, encontramos la miel, la cual está llena de antioxidantes y es altamente beneficiosa para evitar las arrugas prematuras. Se pueden realizar mascarillas o ungüentos para aplicar de forma tópica.