Un estudio genético publicado en la revista científica Science desvela que estos individuos del África subsahariana son los descendientes de la primera diversificación ocurrida en la historia de la humanidad, hace 100.000 años.

Los bosquimanos y los hotentotes, dos pueblos estrechamente relacionados entre sí del África subsahariana, el lugar donde se cree se originó el moderno Homo sapiens, son los más antiguos que actualmente existen sobre la Tierra, según desvela un gran estudio genético realizado en el continente con 220 individuos de once poblaciones de diferentes regiones. En la investigación, que apareció publicada en la revista Science, fueron analizadas nada menos que 2,3 millones de variantes de ADN por individuo.

Los investigadores de las Universidad de Uppsala (Suecia) y de la de Witwatersrand (Johannesburgo) señalan que los Khoi-San, como también se conoce a estos dos grupos humanos, son descendientes de la más temprana diversificación en la historia de la humanidad, ocurrida hace unos 100.000 años, mucho antes de la migración fuera de África de los seres humanos modernos.

Los investigadores creen que este estudio ayudará a las poblaciones africanas a «reclamar su lugar en la historia del mundo». Además, pondrán los datos del genoma a disposición de la comunidad científica, ya que la información genética puede ser muy útil para fines médicos.

Los pequeños bosquimanos (hombres del bosque), tradicionalmente cazadores recolectores, y los hotentotes (hombres de los hombres), un pequeño grupo étnico nómada, se caraterizan por su lenguaje clic, unos chasquidos similares a los que hacemos para indicar fastidio. Así mismo son conocidos por tener una gran habilidad para buscar y obtener la miel de las abejas. Se ayudan por los llamados pájaros-guía (Indicator indicator) cuyo vuelo les lleva con seguridad allí donde hay un panal.

El estudio arroja luz sobre la manera en que las poblaciones humanas modernas alrededor del mundo emergieron a partir de la compleja historia evolutiva en África y sugiere que estudios genómicos similares podrían descubrir más secretos sobre los orígenes de los humanos modernos.