La miel está compuesta principalmente de fructosa, glucosa y agua. Además de contener otros azúcares, así como pequeñas cantidades de enzimas, minerales, vitaminas y aminoácidos.
La miel es «elaborada» en una de las fábricas más eficientes del mundo, la colmena. Las abejas pueden viajar hasta 55,000 millas y visitar más de dos millones de flores para recolectar el néctar suficiente para producir sólo medio kilo de miel.
El color y el sabor de la miel difieren dependiendo del origen del néctar recogido por las abejas (según los tipos de flor). De hecho, hay más de 300 clases únicas de miel sólo en Estados Unidos, que se originan según los diferentes orígenes florales, como el trébol, eucalipto y azahar. En general, las mieles de color más claro tienen un sabor más suave, mientras que las mieles más oscuras tienen un sabor más robusto.
Propiedades culinarias de la miel
La miel es un humectante natural atrae y retiene la humedad, las recetas horneadas que se preparan con miel permanecen humectadas por más tiempo.
La miel es naturalmente 1/3 más dulce que la azúcar refinada. Por lo tanto, necesitará menos cantidad al preparar las comidas.
La miel nunca caduca. Si se vuelve nubosa o se cristaliza, pero es facil hacer que recobre su claridad original calentándola durante algunos minutos
Nuestra receta de hoy:
Hojaldre de Queso Ricotta con Fresas y Miel (Para 8 porciones)
Ingredientes:
16 cucharaditas de miel
2 hojas de pasta filo, descongelada
2 tazas de queso ricotta parcialmente descremado
2 cucharaditas de extracto de vainilla
20 fresas cortadas en daditos
Preparación:
Extiende una hoja de pasta filo sobre una superficie ligeramente harinada y estira hasta que quede unos 3 milímetros de grosor. Corta la pasta en 8 cuadritos iguales. Pasa los cuadrados de pasta a una placa forrada con papel encerado. Pica ligeramente los cuadrados con un tenedor y pincela en forma pareja usando 4 cucharaditas de miel. Deja en el refrigerador durante 10 minutos. Repite el proceso con la segunda hoja de pasta filo.
Precalienta el horno a 200 grados. Hornea el primer grupo de cuadros de pasta filo durante aproximadamente 15 minutos o hasta que tomen un color dorado. Deja enfriar y coloca el segundo grupo de cuadros de pasta filo en el horno, repitiendo el proceso de horneado.
Reparte 4 cucharaditas de miel en el centro de 8 platos para postre (½ cucharadita por plato). Coloca un cuadro de pasta filo en cada plato. En un recipiente pequeño, mezcla el queso ricotta con la vainilla. Coloca con una cuchara ¼ taza de la mezcla de ricotta sobre cada cuadro y cubre con las fresas. Rocía con la miel restante y cubre con el segundo cuadro de pasta filo. Sirve inmediatamente.