El vuelo de las abejas ha sido un dilema para los científicos durante mucho tiempo. Los cálculos numéricos demuestran que según el tamaño de sus alas y el tamaño de su cuerpo y la física aerodinámica que conocemos, su vuelo es imposible. Sin embargo la evidencia es que estos insectos vuelan de una manera muy particular y reconocible. A diferencia de otros insectos las abejas baten sus alas con una batida más corta y más rápida aproximadamente unas 230 veces por segundo.
Las abejas registran la temperatura mediante las antenas pero utilizan las alas como ventiladores. Cuando la temperatura es elevada las abejas ventiladoras se situan en la entrada de la colmena y baten sus alas 26.400 veces por minuto para expulsar el aire caliente. Las abejas pueden volar a un promedio de 22km/h. Una abeja puede llegar a volar 800 kilómetros en toda su vida.