Las plantas y las flores evolutivamente siempre se han esforzado por atraer a las abejas. Las flores «promocionan» su presencia de néctar a las abejas utilizando señales eléctricas cuando han sido recientemente visitadas por otra abeja.

Las plantas generalmente están cargadas con energía negativa y emiten campos electricos débiles, mientras que las abejas adquieren carga positiva mientras vuelan en el aire. Cuando una abeja se posa sobre una flor, una pequeña fuerza eléctrica residual queda, la cual puede potencialmente llevar información. Este canal de comunicación revela cómo las flores pueden potencialmente informar a sus polinizadores acerca de estado de su néctar y reservas de polen.