Cada colonia de abejas divide a los adultos en tres castas: la reina, los zánganos y las obreras no reproductivas. El único trabajo de los zánganos es aparearse con la reina durante el vuelo nupcial; después de que fecundan a la reina, los zánganos mueren. Las abejas obreras pueden vivir durante seis semanas, mientras que las reinas pueden vivir hasta cinco años.

El ciclo de vida de las abejas de la miel empieza cuando eclosionan de su huevo. Durante la primera etapa de desarrollo se forma el sistema digestivo, el sistema nervioso y la cubierta exterior. Cada miembro de una colonia se desarrolla en diferentes tiempos. Las reinas llegan a ser adultas en 15 días, mientras que los zánganos necesitan 24 días y las obreras requieren 21 días para pasar por las etapas de larva y pupa para finalmente convertirse en adultas.

Dentro de cada colonia sólo hay una reina; los demás miembros de la colonia son obreras y zánganos. Las futuras reinas se desarrollan dentro de celdillas grandes y son alimentadas con jalea real durante todo su desarrollo. Por su parte, las obreras y los zánganos solo son alimentados con jalea real durante los primeros dos días de su vida.

Cuando una reina muere o es incapaz de poner más huevos, las obreras crían una reina nueva. En cuanto la reina nueva llega a ser adulta participa en un vuelo nupcial, apareándose con varios zánganos. Durante el vuelo nupcial la reina almacena esperma y comienza a poner huevos en el interior de la colmena. Las reinas abejas pueden poner huevos no fertilizados que se convierten en zánganos y huevos fertilizados que se convierten en obreras o una nueva generación de reinas.

Para que una colonia sobreviva, la abeja reina de la miel necesita poner una multitud de huevos fertilizados. Las futuras obreras tendrán la tarea de buscar alimentos, construir un nido fuerte y bien aislado, cuidar a las larvas y defender la colonia de sus enemigos. La reina examina cada huevo con mucho cuidado antes de colocarlo en las celdillas. La colocación de los huevos tarda tan sólo unos segundos y una reina puede poner hasta 2.000 huevos en un día.

Los huevos de la abeja miden solamente un milímetro de largo y se asemejan a un grano de arena, con una boca pequeña. Cuando una reina joven y saludable pone huevos, coloca cada huevo cerca de los otros dentro de las celdillas. A medida que la reina envejece, la cantidad de espermatozoides almacenados disminuye. En consecuencia, produce menos huevos y el patrón de la colocación de huevos llega ser menos ordenada.